Con el crecimiento de las tecnologías de la información y la comunicación, el ejercicio de la psicología, tanto en ámbito terapéutico, como en lo referente a educación y desarrollo de talleres, ha evolucionado hacia modalidades online que ofrecen una alternativa accesible y flexible tanto para los profesionales como para los pacientes. Sin embargo, la incorporación de herramientas digitales en las labores que hacen las personas profesionales en psicología es algo que requiere continua actualización para un mejor manejo. Esta capacitación breve curso responde a la necesidad de capacitar a los(as) psicólogos(as) en el dominio de algunas herramientas digitales para enriquecer las labores que se hacen.
- Facilitador(a): Mario Alonso Madrigal Jiménez
El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, cuyo objetivo es concientizar sobre los problemas de salud mental a nivel global (OMS, s.f.). Para las personas profesionales en Psicología durante el mes de octubre cobra especial relevancia el conversar y poner sobre la mesa varios temas de salud mental que en la actualidad se encuentran afectando la población costarricense; siendo uno de estos el comportamiento autolesivo, comúnmente conocido como "cutting", particularmente en la población adolescente.
Este comportamiento es más prevalente en mujeres y, en la mayoría de los casos, se manifiesta a través de cortes en la piel; estos suelen ocurrir en momentos de crisis o sufrimiento emocional (Javiere et al., 2016). Asimismo, esta conducta está estrechamente relacionada con otros problemas de salud mental, como las adicciones y los trastornos de la conducta alimentaria, incluyendo la bulimia y la anorexia (Fleta, 2017).
Promover el diálogo sobre la salud mental entre profesionales es indispensable para promover el bienestar emocional de las personas, facilitar intervenciones tempranas y proporcionar a los y las adolescentes herramientas saludables para manejar sus emociones y su salud mental.
Las personas víctimas de bullying y ciberbullying pueden llegar a experimentar altos niveles de: ansiedad, depresión, sentimiento de soledad, síntomas somáticos, una reducción de los niveles de satisfacción hacia la vida, baja autoestima e ideación suicida (Kowalski, et al., 2014).
La detección e intervención temprana que incluya estrategias psicológicas y educativas pueden reducir estos efectos adversos y promover un ambiente escolar más seguro y saludable (Espelage, et al., 2013). Es esencial que las personas profesionales en psicología cuenten con herramientas que les permitan mitigar las consecuencias del bullying y ciberbullying y de esta forma, apoyar el desarrollo emocional y social de las personas menores de edad.
Según el informe de la OMS (2020) y la Organización Panamericana de la Salud OPS (2018), los trastornos de ansiedad son el segundo trastorno mental más incapacitante en la mayoría de los países de la Región de las Américas.
La Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Nacional (UNA), con apoyo del Ministerio de Salud y la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), a través de una investigación realizada con 6.786 personas quienes completaron un cuestionario en línea, sobre Salud mental y relaciones con el entorno en tiempos de COVID-19, menciona que el 43,7% de la población, presentó sintomatología asociada con ansiedad generalizada severa, solo un 13,8% de las personas participantes manifestaron síntomas de ansiedad.
En Costa Rica se estima una incidencia de trastornos de ansiedad de 4.6%. Estas alarmantes cifras indican que los trastornos de ansiedad generan una afectación significativa en la salud de la población. De este modo, se hace indispensable un enfoque terapéutico que facilite a las personas profesionales de Psicología realizar una intervención psicológica adecuada para los trastornos de ansiedad, con base en los resultados de investigación clínica y de acuerdo con las líneas terapéuticas psicológicas específicas, que cuentan con una alta eficacia en los resultados de intervención, en coherencia con la recomendación que establece el APA (Asociación Americana de Psicología).
Según DeMartini (2019), la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) y las terapias psicodinámicas se consideran tratamientos de primera línea en los TA. En los últimos años la TCC, se ha combinado con estrategias de exposición, como objetivo buscan modular los patrones del pensamiento.
Según la OMS (2022), 3 de cada 4 niños de entre 2 y 4 años sufren violencia física y psicológica; además, una de cada 5 mujeres y uno de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia.
Entre las principales consecuencias del maltrato y abuso sexual infantil, señaladas por este organismo, se pueden identificar las siguientes: estrés postraumático, ansiedad, depresión e infecciones de transmisión sexual (ITS). Además afecta negativamente el rendimiento cognitivo y académico de la PME. En la etapa de la adolescencia se relaciona con el consumo de sustancias psicoactivas y en mujeres específicamente, con trastornos ginecológicos o embarazos no deseados (OMS, 2022).
Un abordaje psicológico adecuado reduce el riesgo de trastornos mentales a largo plazo y garantiza la protección de la PME y sus derechos humanos.